This page has been proofread.
Cuando à un pueblo se le amordaza, cuando se pisotea à su dignidad, su honra y todas sus libertades; cuando ya no le queda recurso alguno legal contra la tiranía de sus opresores; cuando no se escuchan sus quejas, sus súplicas y gemidos; cuando no se le permite ni siquiera llorar; cuando se arranca del corazon hasta la ultima esperanza.... . entonces,.... entonces,....¡entonces!....no le queda otro remedio sino descolgar con mano delirante, de los altares infernales, el puñal sangriento y suicida de la revolución!!!.
Los Filipinos
Paris, 10 de Octubre de 1889